6.6.11

FAUNO Y NINFA

Era el año 1990 y cursaba el primer año de estudios en la facultad de Bilbao, cuando cayó en mis manos un ejemplar semanal del, hoy extinto periódico, El Punto de las Artes. Aquel ambiente de desidia que invadía toda la actividad universitaria, se torno para mi sueño cuando descubrí atónito la obra de Pedro Martínez Sierra, un extraordinario artista que se convertiría en una de mis principales referencias y que cinco años después -tras el traslado a Madrid- sería mi profesor. Cuando recorté y guardé la reseña que reproducía aquel hermosísimo dibujo, poco pude imaginar que algún día esta obra llegaría a colgar de mis paredes.

1990 carbón 39 x 58 cm